La disfunción eréctil va aumentando con la edad (hasta un 77,5% en mayores de 75 años) y pueden estar asociadas a enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus. También pueden estar ligadas con diversos factores del estilo de vida, como la actividad física, el hábito de fumar y el consumo de alcohol.

Si bien existen varias terapias para la disfunción eréctil, la administración por vía oral de inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE-5), como el sildenafil (Viagra®, Duroval®), el vardenafil (Levitra®) y el tadalafilo (Cialis® , Fitex® ), constituyen la primera línea de tratamiento, dadas su seguridad y eficacia comprobadas, aunque entre ellos tienen algunas diferencias.

Investigaciones anteriores demostraron que los inhibidores de la PDE-5 mejoraron la disfunción eréctil en hombres con hipertensión (HTA), diabetes (DBT) e hiperlipidemia. Sin embargo, se ha informado que existe riesgo de hipotensión al asociar los inhibidores de la PDE-5 con bloqueantes alfa. Al momento de elegir el tratamiento por vía oral para la disfunción eréctil (inhibidores de la PDE-5) deben tomarse en cuenta algunos trastornos existentes y la medicación que estén recibiendo los pacientes.

El Centro Médico de la Universidad de Malasia, realizó un estudio clínico en 219 hombres entre los 23 a 80 años, con diagnóstico de disfunción eréctil y el tratamiento con sildenafil, tadalafilo o vardenafil. Los trastornos más frecuentes de los pacientes con esta condición fueron la hipertensión (HTA) (56,6%), hiperlipidemia (50,7%), diabetes (47%), hiperplasia prostática benigna (HPB); 27,9%), obesidad (19,6%), síntomas del tracto urinario inferior (STUI; 11%) y enfermedad cardíaca isquémica (ECI; 9,6%).

Resultados y Conclusiones del Estudio

Los resultados de esta investigación demostraron una asociación significativa entre la enfermedad cardíaca isquémica (ECI) y la disfunción eréctil en los pacientes mayores de 65 años y presumen que el mecanismo responsable de esta asociación podría ser la disminución de los niveles de óxido nítrico (NO) causada por un desbalance en los factores de relajación y contracción derivados del endotelio, el cual sería la responsable de la relajación muscular del pene. Se cree que la obstrucción de la arteria peniana precede a la obstrucción coronaria y es posible utilizar la disfunción eréctil como un factor de riesgo de la enfermedad cardíaca isquémica.

En este estudio también se halló una asociación significativa entre la hiperplasia prostática benigna (HPB) y la disfunción eréctil en pacientes ancianos. En ese sentido, varios estudios demostraron que la HPB asociada con síntomas del tracto urinario inferior  (STUI) incrementa la incidencia de disfunción. Los fármacos utilizados para la HPB, pueden afectar la función eréctil al disminuir los niveles de óxido nítrico y, consecuentemente, de dihidrotestosterona. Además, los procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la HPB pueden producir disfunción eréctil a largo plazo, por lo que los autores consideran que los pacientes de edad avanzada con HPB deben ser advertidos sobre el riesgo de este problema.

En investigaciones anteriores se demostró una asociación entre la edad avanzada, la disfunción eréctil (DE) y la obesidad. La obesidad puede provocar DE por diversos mecanismos, como la inducción de una respuesta inflamatoria que lleva a disfunción endotelial y la disminución de los niveles de testosterona y el hipogonadismo consiguiente.

También se detectó una relación entre la presencia de síntomas del tracto urinario inferior (ECI), la edad avanzada y la disfunción eréctil. Varias investigaciones previas han establecido que los pacientes con STUI moderados y graves tienen mayor riesgo de presentar disfunción eréctil. Una explicación posible para esta asociación es la reducción en los niveles de óxido nítrico en el músculo del pene y la próstata. Debido a la relación demostrada entre los STUI y la DE, los autores recomiendan que en los pacientes de edad avanzada con STUI debería evaluarse la función sexual.

Según los resultados del mencionado estudio, solo los bloqueantes alfa, utilizados principalmente para el tratamiento de la HPB o la HTA, estuvieron asociados significativamente con la disfunción eréctil en la edad avanzada. Dado que el efecto de los bloqueantes alfa sobre la función eréctil puede variar según la droga empleada, los autores aconsejan tener precaución cuando se utilizan en pacientes mayores con DE.

El tadalafilo es el único fármaco aprobado por la Food and Drud Administration (FDA) para el tratamiento de los síntomas de la hiperplasia prostática benigna HPB (específicamente conocidos como STUI), lo cual podría ser la razón del mayor uso de esta droga en los pacientes con STUI y DE.

El estudio también se encontró una asociación significativa entre el tratamiento con bloqueantes alfa y el tipo de inhibidor de la PDE-5 prescrito: fue mayor la proporción de pacientes tratados con tadalafilo, seguido por sildenafil y vardenafil. Asimismo, se vio que el tadalafilo reduce de forma menos significativa la presión arterial cuando se indica con un bloqueante alfa uroselectivo o no uroselectivo. Esta podría ser la razón que explique el mayor uso de tadalafilo junto con los bloqueantes alfa en el presente estudio.

Los autores concluyeron que la disfunción eéctil es más prevalente en los hombres mayores de 50 años. Asimismo, los pacientes con DE frecuentemente tienen trastornos como HTA, dislipidemia y DBT. La ECI, la HPB, la obesidad y los STUI estuvieron asociados con DE en pacientes mayores de 65 años.

Fuente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Zaman+Huri+H%2C+Choo+T%2C+Razack+A