La eyaculación y el orgasmo masculino tienen una base física producida por acumulación de
tensión sexual y el llenado de sangre en la región genital, los cuales producen la erección del
pene dada por la tumescencia y rigidez del pene. Los factores de tensión muscular y erección
sumados producen el orgasmo y eyaculación en el varón.

Los hombres tienen en la zona pélvica un grupo muscular llamado musculo Pubo-coxigeo o
Suelo Pélvico, de este grupo muscular depende en gran parte la intensidad y plenitud del
orgasmo, la calidad de la erección y el control de la eyaculación, por eso es muy importante
preservar y cuidar esta zona muscular.

Existe un entrenamiento de este grupo muscular que mejora el control eyaculatorio y nos
ayuda a solucionar la eyaculación rápida. En todos los tratamientos de disfunciones sexuales
está presente el entrenamiento de estos músculos. De hecho, son la base de la terapia sexual
para este problema y resultan muy eficaces para lograr una solución.

El entrenar estos músculos de Kegel les ayudara a tener mejor tono o fuerza para darle al
hombre un mayor tiempo para el coito y en el momento de la aparición de la inminencia
eyaculatoria poder realizar la contracción con mayor fuerza, lo que se traduce en un orgasmo
más placentero. Además, pueden reconocer las sensaciones previas al orgasmo, además son
muy importantes en la etapa de excitación ya que el hombre puede realizar las contracciones
con el beneficio de alargar el tiempo de placer y satisfacción para él y su pareja.

Existe un entrenamiento para mantener este grupo muscular con tono adecuado, se puede
realizar de manera individual y en pareja, aprender a utilizar este grupo muscular se traduce
en mayor nivel de disfrute, su función es frenar la velocidad que toma la respuesta sexual en
la etapa de excitación, estando o no dentro de vagina, evitando una eyaculación fuera de
tiempo.

Lo ideal con el paciente es enseñarlo cuando el médico realiza el examen físico a que
reconozca y sepa dónde está el grupo muscular, se le explican las funciones de estos
músculos y se le entrena en la contracción que realizara a diario con un programa de
entrenamiento. Reconocerlos es muy sencillo ya que los músculos intervienen en la micción,
los cuales podemos utilizar para interrumpir el chorro de la orina. Aprender a reconocer esos
músculos haciendo la contracción interrumpiendo el flujo de la orina hace que tu cerebro
reconozca de forma simple el movimiento de contraer y dilatar, CORTAR EL CHORRO DE LA
ORINA DE FORMA REPETIDA NO ES UN EJERCICIO. Hay que tener cuidado al practicarlo,
ya que, si se repite de forma constante en el momento de orinar, puede provocar disfunción en
el vaciado de la vejiga.

Solo se mejorará el tono de estos músculos si se practica el entrenamiento completo y es
fuera del momento de orinar. El programa de entrenamiento es durante 6 semanas, realizando
un grupo de contracciones 4 a 5 veces al día por no menos de 5 minutos de duración cada
vez.  Se debe contraer y distender el musculo, sin mantener la contracción para no forzar el
musculo, esto durante las dos primeras semanas, luego mantener la contracción durante 3
segundos cada una.  Al terminar las 6 semanas el paciente se dará cuenta del cambio que
tendrá al intentar frenar la eyaculación con una contracción. Los ejercicios de mantenimiento
son 2 veces al día, debe realizar de 3 a 5 minutos las contracciones de 3 segundos, los debe
mantener todo el tiempo garantizando que el tono no disminuya y se vuelva caer en hipotonía
perineal, la cual favorece la aparición de ER.  Este es el mecanismo natural del cuerpo, da los beneficios dentro de un esquema de aprendizaje, así puede el varón reconocer el funcionamiento de su cuerpo. 

Hay mucha publicidad sobre sustancias que mejoran tiempo para eyacular como ungüentos,
gotas analgésicas de uso tópico, no teniendo la efectividad esperada, afectando quizá la
erección y la eyaculación, con el tiempo se puede adquirir una disfunción eréctil como
consecuencia de no haber podido controlar la ER.

El control sobre el momento de la eyaculación se puede aprender, muchos hombres lo
aprenden de manera intuitiva en el curso de su vida sexual, pero otros sienten que no tienen
control de manera efectiva en el momento eyaculatorio llegando este de manera sorpresiva en
el momento menos deseado.

Mi recomendación es buscar ayudar supervisada por especialista, ya que la no atención de las
disfunciones a tiempo, lo único que trae es un bloqueo de la sexualidad de él y su pareja, con
repercusiones en el deseo e intimidad sexual. Con el tiempo una disfunción sexual puede
acarrear un conflicto de pareja. La mayoría de los problemas sexuales pueden ser corregidos
y solucionados en un plazo breve de tiempo.