Son varias las alternativas que han surgido durante la cuarentena para satisfacer las necesidades sexuales, y aunque la pornografía siempre ha existido como una manera para complacer el deseo sexual, el confinamiento ha provocado un incremento en su consumo. Pero, ¿es sano el excesivo uso de la pornografía como opción saciar nuestras exigencias sexuales?

Una investigación presentada en el Congreso anual de la Asociación Europea de Urología (EAU), demuestra que el exceso de pornografía en el hombre se relaciona con disfunciones sexuales. Igualmente, un estudio publicado por la revista  Sexual and Relationship Therapy indica que uno de los problemas que trae el consumo de la pornografía es la distorsión de la realidad, pues la persona puede llegar a querer alcanzar actos sexuales que quizás no pueda conseguir. Estas consecuencias negativas provocadas por el uso excesivo de la pornografía se evidencian más en el hombre que en la mujer.

Diversos estudios indican que tanto la salud mental como la actividad sexual de las personas, que usan este método para complacer su deseo sexual, pueden verse afectadas a largo plazo. Ansiedad, depresión, frustración, falta de apetito sexual, incapacidad para conseguir erecciones y hasta disfunción eréctil son algunas de las consecuencias que puede traer el alto consumo de la pornografía. Sin dejar de mencionar que la dependencia de este método puede llegar a sustituir las relaciones íntimas con la pareja, debido a que el cerebro ya relaciona la necesidad del sexo con la pornografía, además se vuelven dependientes de estas estimulaciones visuales.

Muchos hombres pueden experimentar duras sensaciones durante el acto sexual cuando son adictos a la pornografía, pues pueden lograr una buena erección mientras están viendo las escenas pornográficas, pero al momento de mantener relaciones sexuales con su pareja se les dificulta obtener o mantener la erección. Otros apelan a los recuerdos proporcionados por la pornografía para poder llevar a cabo una relación sexual con su pareja, esto con el fin de tener en sus mentes las imaginaciones sexuales de lo que ya están acostumbrados.

Pornografía y Disfunción Eréctil

Como se mencionó anteriormente, la pornografía puede provocar frustración, los prototipos que se muestran en las escenas pornográficas, desde el tamaño del pene hasta la duración del coito, pueden generar desilusión en el hombre en cuanto a su actividad sexual real. Esta situación está provocando un aumento en los casos de disfunción eréctil, sobre todo en los jóvenes, quienes dependen de la pornografía para lograr erecciones.

Esta situación demuestra que la disfunción eréctil ya no es un problema que se presenta en los hombres mayores de 50 años, pues cada vez tenemos una sociedad de jóvenes con problemas de erección precisamente por el abuso en el consumo de pornografía, quienes si no buscan ayuda, pueden desencadenar problemas psicológicos más severos.

Es importante conocer que la disfunción eréctil y la falta de deseo provocada por la pornografía se pueden solucionar. Suspender el consumo de ésta puede ser el comienzo para sanar los daños ocasionados, de esta manera se podrá desintoxicar el cerebro de tantos espejismos sexuales, las terapias psicológicas, cambios en el estilo de vida, una alimentación sana y reforzar la confianza en sí mismo, son algunas de las opciones para solventar las consecuencias que pudo traer el uso constante de la pornografía.

Si este es tu caso es importante que tomes en cuenta que todo se trata de una ficción alejada de tu realidad y de tu autentica vida sexual, dile adiós a la pornografía e intenta retomar tu vida de pareja, hazlo hoy mismo y no dejes que el confinamiento te envuelva en fantasías y dañe tu salud física y mental. Toma el control de tu vida sexual, no la dejes en manos de una simulación con guion.