Esta afección puede alterar la función sexual del paciente, hasta el punto de impedir la penetración sexual, generando estrés psicológico en quien la padece

 La Enfermedad de Peyronie (EP) es una condición adquirida, localizada en el pene, que consiste en placas o cicatrices palpables que producen una curvatura, deformidad o estrechamiento peneano durante su erección, con o sin dolor.  En el 32% de los casos se puede asociar disfunción eréctil.

La doctora Mariam Petit: Cirujano urólogo, especialista en urodinamica y cirugía de piso pelvico, nos informa lo que dicen algunos estudios relacionados con ésta patología.

¿Se ve con frecuencia?

No. Se estima que afecta entre el 3,2 y 8,9% de los hombres (Mulhall 2004), con un rango de edad entre los 40 y 70 años (promedio 53 años). Aunque la prevalencia podría ser un poco más elevada, debido a que pocos pacientes acuden al médico por este motivo.

¿Qué lo origina?

No se conoce bien la causa. Un artículo publicado por Current Sex Health Report (Bilgutay 2015) establece que se ha asociado a déficit de vitamina E, uso de medicamentos beta-bloqueantes (propanolol), cirugías (de cáncer de próstata), procedimientos (cistoscopia, colocación de sondas), y factores genéticos. Se presume que entre el 21-40% de los casos puede ser causado por pequeños traumas o golpes en el pene durante la relación sexual, lo que activa una respuesta inflamatoria y produce una cicatriz en el tejido peneano (cuerpos cavernosos).

¿Se puede convertir en cáncer?

No, no se ha encontrado relación entre la enfermedad de peyronie y alguna malignidad (Bilgutay 2015).

¿Podemos prevenirlo?

Un estudio de British Journal of Urology International (Bjekic 2006) demuestra que existen factores que pueden agravar esta condición: edad, obesidad, cigarrillo, diabetes mellitus, dislipidemias (aumento de las grasas en la sangre) y enfermedades de transmisión sexual. Aún es desconocido el mecanismo cómo estos factores afectan, pero evitarlos o controlarlos ayuda a prevenir su agravamiento. La EP es un trastorno progresivo y que tiende a empeorar con el tiempo al menos al 48% de los pacientes (Mulhall 2006).

¿Tiene cura?

A lo largo de los años se han utilizado múltiples terapias médicas y quirúrgicas para tratar esta condición. Pero, no existe un consenso sobre cuál de ellas debería utilizarse. El tratamiento se escoge de acuerdo con la gravedad de la enfermedad, la preferencia del paciente y la experiencia del urólogo. El rango de terapias incluye desde tratamiento oral, inyecciones peneanas, ondas de choque y cirugías para eliminar la curvatura, hasta injertos, colgajos y la colocación de prótesis peneanas (Gokce 2013).

Si presentas alguno de estos síntomas o te sientes limitado para tener una relación sexual satisfactoria, acude a tu urólogo de confianza, que te orientará sobre los posibles tratamientos.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/pene-curvo-que-sabemos-de-la-enfermedad-de-peyronie/