Las enfermedades cardíacas representan un conjunto de dolencias que perjudican directamente al corazón. Estas patologías incluyen enfermedades de los vasos sanguíneos, como trastornos de las arterias coronarias, afecciones en el ritmo cardíaco como arritmias y deficiencias cardíacas congénitas, entre otros. Éste es un tema que preocupa a muchas personas que quizás deben cambiar su estilo de vida después de ser diagnosticado con alguna enfermedad cardiovascular. Entre esa preocupación se encuentra la actividad sexual, siendo una de las preguntas más comunes, ¿Qué ocurre con el sexo? ¿Cuándo podré mantener relaciones sexuales de nuevo? ¿Si tengo intimidad con mi pareja, puede afectar mi corazón?
Tras esta serie de dudas es importante saber que la mayoría de las personas que padecen de insuficiencia cardiaca pueden seguir manteniendo relaciones sexuales, siempre y cuando sean evaluadas y controladas por un especialista. Es importante aclarar que solo en casos de infarto o cirugía cardíaca es necesario hacer un paréntesis y esperar el respectivo proceso de recuperación. Igualmente, el médico es la única persona que te sacará de dudas y podrá recomendarte lo más sano para esta condición, así que es fundamental que ante las interrogantes, se consulte con el especialista para mayor tranquilidad y seguridad.
¿Qué ocurre con el sexo después de un infarto?
Después de un infarto, el paciente cardiaco suele sentirse preocupado por su vida sexual, pues es normal pensar que como consecuencia del esfuerzo físico, pueda verse afectado su corazón. Para la tranquilidad de todos, es importante saber que las personas que han tenido un ataque cardíaco, no tienen prohibido mantener relaciones sexuales, solo hay que esperar el tiempo que el médico crea conveniente para la recuperación del corazón y para que la persona vuelva a realizar el esfuerzo físico que requiere la actividad sexual.
Luego de sufrir un infarto, también es recomendable la evaluación de un psicológico o sexólogo pues generalmente después de este proceso o de una enfermedad cardiovascular, el miedo a que suceda algo con nuestro corazón, puede afectar la erección y por ende el rendimiento sexual. Por eso es importante acudir al especialista y afrontar la situación, para lograr una solución que mejore la intimidad entre la pareja después de esta afección.
Durante las relaciones sexuales, después de haber tenido este padecimiento, probablemente no ocurra nada que ponga en riesgo su corazón, sin embargo en alguna ocasión puede producirse una angina de pecho (dolor o molestia en el pecho), lo que puede ser un momento de angustia y estrés para el paciente. De llegar a suceder esto, es importante mantener la calma y consultarlo con el médico, también es fundamental que el paciente aprenda a reconocer sus respuestas físicas y emocionales, y de esta manera saber cuándo está haciendo un mayor esfuerzo.
Para saber si la persona está preparada para iniciar con tu vida sexual después de un infarto, posiblemente el médico realice un aprueba o test de esfuerzo, de esta manera evaluará cómo actúa el corazón ante entrenamiento o ejercicio. Con esta prueba, podrá tener un panorama claro para determinar si el paciente está apto para continuar con su vida íntima. Tanto el ejercicio como las relaciones sexuales son actividades que la persona podrá ir recuperando progresivamente.
Disfunciones sexuales y cardiopatías
Las patologías cardiacas pueden ocasionar otros trastornos que alteran la vida del paciente, éste es el caso de las disfunciones sexuales. El pene es un órgano con muchas arterias y venas que se llena de sangre a presión durante la excitación que produce la erección; cuando algo no está bien con las arterias puede ocasionar problemas para conseguirla. Inclusive las causas de las disfunciones sexuales son las mismas de las enfermedades cardiacas, como la hipertensión, la diabetes, niveles altos de colesterol y hasta los malos hábitos en el consumo de alcohol y tabaco.
En algunas ocasiones el impedimento para mantener relaciones sexuales no es alusivo a las cardiopatías, infartos o cirugías, sino a los medicamentos utilizados para el tratamiento de los problemas en el corazón, los cuales pueden ocasionar ciertos efectos, como dificultad para lograr una erección, en el hombre, problemas para excitarse en la mujer o la disminución de la libido en ambos. Con respecto a este punto, esto no debería ser definitivo, pues el médico puede adecuar la cantidad de medicina recetada o cambiar el medicamento, con el fin de mejorar el problema con su apetito sexual o con las erecciones, según sea el caso.
Recomendaciones luego de una cardiopatía, cirugía o infarto
Nuestra salud tiene que ver directamente con nuestro estilo de vida, por eso es importante tratar de llevar una vida sana y tranquila para gozar de una estupenda salud. Para evitar algún problema con nuestro corazón o para recuperar nuestra salud luego de una afectación cardiaca es importante que sigas estas recomendaciones:
- Una alimentación sana que incluya vegetales, frutas, grasas buenas, carnes de cortes magro y evitar el consumo de frituras, harinas blancas y azúcar, será una excelente manera de ayudar a la buena salud del corazón
- Incluir una rutina diaria de ejercicios cardiovasculares como correr, trotar o nadar, será una buena práctica para prevenir infartos y para aumentar la frecuencia cardiaca. Esto ayudará al corazón durante el ejercicio sexual.
- En cuanto al sexo, es importante elegir un momento adecuado para las relaciones íntimas, en el cual el paciente este descansado y relajado. No es recomendable mantener relaciones sexuales después de comer, luego de haber ingerido alcohol o después de hacer ejercicios. En la mañana puede ser un buen momento, tras un sueño placentero.
- Tratar de mantener relaciones sexuales en posiciones que no requiera tanto esfuerzo. De llegar a sentir alguna molestia, como disnea o cansancio durante la actividad sexual, realizar una pausa para descansar, quizás sea suficiente.
- El apoyo de la pareja es muy importante para los pacientes con problemas en el corazón, por eso te recomendamos que la persona que esté a nuestro lado conozca la situación y se involucre en todo el proceso. En cuanto a la intimidad, es recomendable que la pareja sea quien realice las actividades de mayor esfuerzo, mientras que el paciente recupera la seguridad y confianza.