La excitación, es la respuesta sexual que tanto el hombre como la mujer experimentan tras una estimulación física y/o psicológica, puede ser por medio del tacto, la vista, oído, emociones o pensamientos. Cuando ocurre la excitación normalmente experimentamos una sensación placentera, que generalmente lleva al orgasmo cuando hay estimulación de los genitales, bien sea por penetración o estimulación directa. Pero, ¿qué ocurre cuando esa excitación pasa de ser algo agradable a ser una sensación incómoda por llegar en el momento menos indicado y sin buscarla?
Quizás en algún momento habías escuchado o leído acerca del trastorno de excitación genital persistente o el síndrome de excitación sexual persistente, y si no, aquí te explicamos todo sobre esta alteración, que sin duda es una situación bastante incómoda para las personas que la padecen. Pues solo imaginen estar en el trabajo, en un funeral, en clases o en una conversación seria y de repente llega un orgasmo tras otro sin poder controlarlo. Lo que para alguien que no presenta este problema es un momento de placer, para las personas que lo padecen, el orgasmo no es nada satisfactorio y se convierte en un momento bastante penoso y difícil de sobrellevar.
El trastorno de excitación genital persistente, es un síndrome que generalmente padece la mujer, y consiste en la excitación sexual involuntaria y espontánea, en la que no se tiene control del cuerpo. Esta respuesta puede ocurrir en cualquier momento, provocando orgasmos continuos, que lejos de ser agradables, representan una situación algo traumática incidiendo en el bienestar físico y psicológico de la persona afectada. Igualmente, en algunos casos este síntoma viene acompañado de dolor, ardor o molestia genital.
Si bien este padecimiento puede aparecer tanto en hombre como en mujer, son ellas las que representan el mayor índice, asimismo, los hombres pueden ver este trastorno desde otro punto de vista, debido a que para ellos, es más común sentir erecciones espontáneas. Este difícil síndrome puede durar días u horas y no se alivia así se consiga el orgasmo, lo que definitivamente es una situación difícil de afrontar y de conllevar.
Causas u origen
La llegada de esta afección puede ser repentina, y hasta ahora su causa no está claramente definida, sin embargo tras algunas estadísticas y estudios, este síndrome se repite en mujeres que presentan algunos problemas en la columna vertebral como protuberancias, quistes o traumatismos localizados. Sin embargo, la relación entre este trastorno y los problemas en la columna no es algo que se considere seguro, pues hay casos en los que este tipo de afección no produce ninguna consecuencia, u otros en el que las mujeres que lo padecen no tienen lesiones en su columna. Igualmente, puede estar relacionado con alguna caída, partos, intervenciones quirúrgicas o lesiones por deportes como el ciclismo.
Algunos especialistas pueden ver relacionado este síndrome con algún problema neurológico, pues existe el caso en el que las mujeres experimentan esta reacción cuando silban, mastican o absorben, lo que puede llevar hacia alguna alteración en cualquier área del cerebro. También se habla de alguna situación traumática que produce afectación en la respuesta orgásmica.
¿Qué ocurre con la vida sexual en pareja?
Para las personas que padecen este trastorno esta es una situación que trae muchas consecuencias negativas en varios aspectos, entre esas su rendimiento sexual, es normal que quienes atraviesan por esta incómoda situación pierdan el apetito sexual y sientan rechazo hacia las relaciones íntimas. Esta es una situación que empeora cuando se tiene pareja, debido a que la vergüenza y la culpa de no poder complacer sexualmente a su compañero(a) agravan la situación. Asimismo, por ser un problema que afecta psicológicamente, incidirá en la vida sexual de pareja, al presentarse complicaciones como la depresión.
Este es un trastorno que afecta seriamente la vida sexual de la pareja, a tal punto de no llevarse a cabo ningún encuentro íntimo, es por eso que el apoyo de la pareja es fundamental, pues puede ser el incentivo a buscar la ayuda y el tratamiento adecuado para superar este síndrome. Una vez se haya logrado superar este padecimiento, es importante que ambos hagan un trabajo para recuperar el tiempo perdido y para que la confianza llegue nuevamente a la relación, además el apoyo psicológico o terapéutico debe ir de la mano para que juntos puedan normalizar su intimidad y volver a llevar una vida sexual placentera.
Tratamiento
El tratamiento para superar este síndrome dependerá de su causa, sin embargo es importante que se aborde con tratamientos médicos y terapias psicológicas y sexuales. Quizás las intervenciones quirúrgicas puedan ser una salida a este padecimiento, si es el caso de alguna lesión de columna, lo importante es buscar siempre la ayuda de los profesionales, quienes tratarán de conseguir la causa e indicarán el tratamiento preciso. Las terapias sexuales serán determinantes para superar los problemas que se presentan en los pacientes, las cuales les ayudará a ver la sexualidad desde otro punto de vista, fortaleciendo la seguridad y ayudándolos a mantener una vida sexual sana y confortable.